Hacia el Quattrocento, Italia fue la cuna de una de las mayores revoluciones del Humanismo en la historia: El Renacimiento.
La nueva concepción del hombre y del mundo que lo rodea, fue uno de sus principales objetivos, los cuales se vieron marcados por el resurgimiento del pensamiento y cosmovisión clásica. Griegos y Romanos recuperaban su protagonismo luego de la oscura Edad Media.
“Todos los hombres por naturaleza desean saber” i , señaló Aristóteles en la Antigua Grecia, y esto es lo que vuelve a suceder durante este período. Un hecho que se ve expresado en los grandes humanistas de la época, pero por sobretodo, plasmado en la obra maestra del Literato italiano Dante Alighieri: “La Divina Comedia”.
Si nos situamos en la obra, es posible considerar el punto de vista cristiano que la envuelve, lo cuál sería bastante contradictorio con su real significado, por esta razón es posible formularnos la siguiente pregunta: ¿Por qué entonces es considerada como la gran obra que representa la transición de la Edad Media hacia el Renacimiento?
En simples palabras, “La Divina Comedia” nos relata la historia de Dante, el propio autor, que con la ayuda de Virgilio, debe cruzar el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso para encontrar a su amor, Beatriz. Sin embargo, la historia no es solo eso, por esa razón debemos focalizarnos en “La sabiduría y dimensión ética de la Divina Comedia” ii el cual es el tema que nos guiará para poder responder a nuestra interrogante debido a la importancia de los simbolismos que presenta la obra, como la divinidad de Beatriz, la enigmática muerte de Ulises y la sabiduría que está encarnada por Virgilio.
Uno de los pasajes más representativos, para nuestro análisis, es el Canto XXVI del Infierno: “Canto XXVI, nel quale si tratta de l'ottava bolgia contro a quelli che mettono aguati e danno frodolenti consigli; e in prima sgrida contro a' fiorentini e tacitamente predice del futuro e in persona d'Ulisse e Diomedes pone loro pene” iii Debido a que nos permite hacer la distinción entre sus personajes principales, Ulises y Dante, que encarnan, a manera de metáfora, la transición del pensamiento medioevo al renacentista. Sobre todo el testimonio de Ulises sobre su condena: “Ni la dulzura de los ósculos de un hijo, ni la piedad debida á un padre anciano, ni el mutuo cariño que había que labrar la felicidad de Penélope, fueron capaces á vencer mi deseo de recorrer el mundo y conocer los vicios y las virtudes de los hombres” iv
De tal modo, es posible interpretar que uno de los factores principales que guían a los protagonistas es el amor, que a Ulises no le fue suficiente para poder dejar de lado sus viajes, en comparación a Dante, que lo llevó a explorar los confines del otro mundo en busca de su amada, haciendo una analogía de la búsqueda del conocimiento. Es necesario aclarar que esta no es una novela romántica, por ello debemos mirar más allá de lo que nos presenta textualmente.
Por esta razón, de una manera bastante legítima, es posible realizar la analogía entre el esquema medieval de sabiduría v y la representación de Beatriz como lo sagrado junto a Virgilio como la razón, este último el que guía a Dante hacia la divinidad, es decir, a su amada. Un pensamiento totalmente Clásico sobre el ideal de conocimiento, revivido desde la Antigua Grecia, donde la necesidad de intervenciones divinas logran llegar hacia la verdad, un saber absoluto, como sucedía con el mismo Oráculo de Delfos, lugar en el que los ciudadanos consultaban su verdad, interpretándola como el destino único, gracias a los Dioses.
Así mismo, es posible condenar las actitudes que tuvo Ulises en sus decisiones, las cuales se comparan al ideal laico del conocimiento que surgió en la Baja Edad Media. No existe una actitud de sumisión en lo que se quería conocer, solo soberbia y rebeldía como suficientes para el conocimiento, tomando éste último como un intento de divinidad.
Esta puede ser el motivo por la que Dante condena a muerte a Ulises en La Divina Comedia, debido a que sus valores para alcanzar sabiduría no representan los reales ideales del Renacimiento.
La inexistencia del amor a la sabiduría, es decir, la filosofía, en sus actos son lo que lo llevan a cometer este error garrafal para su destino, en el que además, llevado por sus propias ideas y fine, logró cambiar de rumbo a toda su tripulación, convirtiéndolo en un sofista y no en un filósofo, como él se lo hubiera esperado, lo cual llevó a estar en la octava fosa del octavo círculo, donde se encuentran los malos consejeros.
A modo de síntesis, es posible apreciar el verdadero sentido que tiene La Divina Comedia para esta etapa Humanista del renacer de lo Clásico. Lo más probable es que al atraer el concepto de Renacimiento, a la mayoría de las personas le llegue la idea representada por una obra plástica, algún cuadro de Da Vinci, o una escultura de Miguel Ángel, lo cual está totalmente correcto. Sin embargo, para lograr conocer el verdadero sentido humano y no solo artístico del período, es necesario entrar en el mundo del conocimiento, ya que este ideal de sabiduría sin dejar de lado lo superior, fue el que llevó a la formación de grandes humanistas.
La relación que se da entre el hombre y la divinidad, representada por Dios y traída desde el Medioevo, nos lleva a una libertad y nuevo concepto de mundo, un acuerdo mutuo entre ambos es lo que guía este nuevo conocimiento lleno de humildad, seriedad y profundidad, que lo podemos ver interpretada de manera simple en la obra plástica de Miguel Ángel que cubre el techo de la Capilla Sixtina: La Creación de Adán.
La vuelta del pensamiento Antropocentista.
i Aristóteles, Metafísica (p.70). Madrid, Editorial Gredos (1994). Traducción de Tomás Calvo Martínez
La sabiduría y la dimensión ética de La Divina Comedia, Ángel Carrasco Campos. Recuperado el 12, diciembre 2011 de http://conectivas.wordpress.com/2007/11/29/la-sabiduria-y-su-dimension-etica-en-la-divina-comedia/
iii “Llegan los poetas al valle del octavo del octavo circulo, el de los malos consejeros.- Están en medio de las llamas.- Ulises relata al poeta su errante vida y su muerte” Incipit del Canto XXVI – Infierno, “La Divina Comedia”.
iv Alighieri, D. La Divina Comedia (p. 100-105) Editorial Musa.
v En referencia a la inexistencia de auténtico conocimiento si no se tiene teología
Bibliografía
Alighieri, D. La Divina Comedia.(No data) Editorial Musa.
Aristóteles, Metafísica. Madrid, Editorial Gredos (1994). Traducción de Tomás Calvo Martínez
La sabiduría y la dimensión ética de La Divina Comedia, Ángel Carrasco Campos. Recuperado el 12, diciembre 2011 de http://conectivas.wordpress.com/2007/11/29/la-sabiduria-y-su-dimension-etica-en-la-divina-comedia/
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